"Los hombres que entran en el hábito de beber con frecuencia,
arruinan su propia salud y la felicidad de ellos mismos y de
sus familias. El antiguo dicho: "la bebida fuerte hace hombres
débiles", es muy cierto".
B.P. afirma, en el "Manual del Lobato", que "Tu descubrirás
que los Scouts más verdaderos no fuman".
"El fumador no solamente arruina el olfato, sino que fumar le
es un estorbo para correr, pues le impide respirar bien, y con
frecuencia le arruina la vista y la digestión: así pues, un
verdadero scout no fuma".
B.p. "Manual del Lobato".
Tomasito,
el Pie Tierno. No. 9.
Tomasito ensaya a fumar.
Tomasito
creyó que fumar era una diversión. Pero pronto se dio cuenta
de su equivocación.
Fumar
Todo Scout
conoce la Ley Scout. Pero ésta tiene un mandato extra que no
está escrito en ella y que, sin embargo, todos lo entienden y
es éste: "El Scout no es ningún tonto" y es por eso que los
Scouts no fuman mientras están en el crecimiento.
Cualquier
muchacho puede fumar; después de todo no es nada
extraordinario hacerlo; pero un Scout no lo hace porque no es
tan tonto. Sabe que cuando se fuma antes de haber terminado el
crecimiento se puede debilitar su corazón y el corazón es el
órgano más importante que posee, y que es la bomba que manda
la sangre a todas las partes del cuerpo para crear en él
carne, músculo y huesos.
Si el
corazón no desempeña adecuadamente sus funciones, el muchacho
no puede crecer sano. Además, todo Scout sabe que fumar le
arruina el olfato, que le es tan importante cuando desempeña
servicios Scouts.
Un gran
número de los mejores deportistas, soldados, marinos y otros
no fuman; saben que están mejor sin hacerlo.
Ningún
muchacho principia a fumar porque le guste, sino,
generalmente, por miedo a las burlas de sus compañeros o
porque pensó que, haciéndolo, parecía muy hombre cuando lo
único que logra es parecer un pobre tonto.
Por esto,
haceos el ánimo de no fumar hasta no estar totalmente
desarrollados y cumplidlo. Eso demostrará que sois más hombres
que cualquiera de esos petimetres con un cigarrillo a medio
fumar entre los labios. Los demás acabarán por respetaros y
probablemente seguirán vuestro ejemplo, aunque en secreto.
Beber
Una noche
se me acercó un individuo con aspecto de soldado y me mostró
sus certificados de que había sido dado de baja, con los que
demostraba que habla servido conmigo en Sudáfrica. Me dijo que
no encontraba trabajo y que estaba muriéndose de hambre, que
aparentemente todo estaba en contra de él por ser soldado. Mi
olfato y mi vista me estaban contando una historia muy
distinta, la que, de seguro, era la causa de su desgracia.
Un desusado
olor a tabaco y cerveza se desprendía de sus ropas, sus dedos
estaban amarillentos por el humo de los cigarrillos, hasta se
había puesto alguna loción perfumada para disminuir el olor a
whisky que despedía su aliento; no era, pues, extraño que
nadie le quisiera dar empleo o más dinero para que siguiera
bebiendo, ya que eso seria lo único que haría si lo
consiguiera.
Mucha parte
de la desgracia y pobreza que hay en el mundo, la ocasionan
los hombres que malgastan su tiempo y su dinero bebiendo. Y
una gran parte de los crímenes, las enfermedades y la locura,
son causados por la bebida.
El viejo
refrán de que: "Las bebidas fuertes hacen débil al hombre" es
una gran verdad.
Sería
imposible para el hombre que bebe ser Scout. Rechazad todo
licor desde un principio y sed siempre constantes en ello. El
agua, el té y el café son bebidas suficientemente buenas para
aplacar la sed, o para reanimarnos en cualquier momento; si
hace calor, un refresco o un jugo de limón constituyen
magnifica ayuda.
En
las excursiones
Un buen
Scout se educa de tal manera, que puede pasárselo bastante
bien sin líquido. Es cuestión de costumbre. Si conserváis
vuestra boca cerrada al caminar o correr, o si introducís en
ella una piedrecita (lo que hará que la conservéis cerrada),
no os dará sed, como sucede cuando se lleva la boca abierta
absorbiendo aire y polvo. Pero también deberéis estar en
buenas condiciones, pues si estáis gordos por falta de
ejercicio, seguramente os dará sed y desearéis tomar agua a
cada kilómetro. Si no bebéis, pronto se os pasará la sed, pero
si por el contrario, os ponéis a beber mientras camináis o
mientras jugáis, eso sólo os ayudará a cansaros y a que se os
acabe la respiración.
"Pagar el convite"
Algunas
veces es difícil evitar tomar bebidas fuertes cuando se está
con los amigos y es uno invitado, pero, en general, les gusta
uno más si no acepta, ya que entonces no tienen que pagar.
Pero si insisten podéis tomar algo inofensivo. A los ociosos
les gusta estar en las cantinas charlando y bebiendo
generalmente a costillas de los demás pero son ociosos y es
bueno alejarse de ellos si se desea servir para algo y gozar.
Recordad
que la bebida jamás curó una sola pena, lo único que hace es
aumentarlas más y más mientras más se bebe. Por un tiempo hace
que el hombre se olvide de cuál es exactamente su pena, pero
también le hace olvidar todo lo demás. Si tiene mujer e hijos,
le hace olvidar que su deber es trabajar para ellos y
ayudarles en sus dificultades, en vez de incapacitarse para el
trabajo.
Algunos
hombres beben porque les agrada sentirse medio estúpidos pero
son verdaderos tontos, porque una vez que se han dado a la
bebida nadie los querrá emplear, andarán sin trabajo y
fácilmente se enfermarán. No hay nada de varonil en la
borrachera. Una vez que el hombre se ha dado a ella arruina su
salud, su carrera y su felicidad, junto con la de su familia.
Para esta enfermedad sólo hay un remedio: el no adquirirla
jamás.
Los
hombres que adquieren el hábito de la bebida frecuentemente
arruinan su salud y su felicidad y la de su familia.
El antiguo refrán que dice: "Las bebidas fuertes harán débiles
a los hombres", es muy verdadero.
Continencia
El fumar y
el beber son dos cosas que atraen a algunas personas y a otras
no, pero hay una tentación que casi seguramente os asaltará en
alguna ocasión y acerca de ello deseo preveniros.
Os
sorprenderá saber cuántos muchachos me han escrito dándome las
gracias por lo que he escrito sobre esta materia; por tanto,
espero que todavía haya otros que estén gustosos de recibir
una palabra de consejo sobre el vicio secreto, que hace presa
de tantos jóvenes. Fumar, beber y jugar son vicios de hombres
y por eso atraen a algunos muchachos, pero este vicio secreto
no es un vicio de hombres; éstos sólo sienten desprecio por
aquél que se deja llevar de él.
Algunos
muchachos, como los que empiezan a fumar, piensan que es
varonil el contar o escuchar cuentos sucios, pero eso sólo
demuestra que son unos pequeños tontos.
Sin
embargo, esa clase de conversaciones, la lectura de libros
obscenos y ver cuadros inmorales conducen a los muchachos
irreflexivos a la tentación del vicio solitario y esto entraña
un gran peligro para ellos, pues, de convertirse en un hábito,
les arruinaría la salud y el espíritu.
Pero si
tenéis algo de virilidad en vosotros, desecharéis la
tentación. Debéis evitar ver libros y escuchar conversaciones
obscenas y os dedicaréis a pensar en otras cosas.
Algunas
veces el deseo proviene de indigestión, o de haber comido
alimentos muy condimentados, o de estreñimiento, o de dormir
en un lecho demasiado caliente, con demasiadas mantas. Puede
ser, por tanto, curado, corrigiendo esto y tomando enseguida
un baño frío, o ejercitando la parte superior del cuerpo con
movimientos de brazos, boxeo, etc.
El Scout
es puro de pensamiento palabra y obra.
Sabe lo que hay que hacer con el que habla de cosas sucias.
Podrá
parecer difícil, al principio, vencer la tentación, pero una
vez que se ha logrado hacerlo la primera vez, ya será más
fácil después.